Si realmente amas la naturaleza, encontrarás la belleza en todas partes
Vincent Van Gogh

Cuando contemplas a un niño jugar al aire libre, es sencillo percibir su felicidad, su disfrute, su movimiento y la sensación de plenitud que emana por sus poros.

Los seres humanos formamos parte de la naturaleza: nuestro sistema circadiano y hormonal se regula gracias a las horas de luz natural; nuestros músculos precisan de actividad para no debilitarse y atrofiarse y nuestro estado de ánimo sufre debido a la contaminación ambiental, lumínica o acústica, mientras que agradece los espacios verdes, las actividades manuales o la buena compañía.

Que tus hijos pasen el mayor tiempo posible al aire libre es una gran noticia: de esta manera recibirán numerosos beneficios físicos, sociales, intelectuales y emocionales. Desde un sistema inmune más fuerte y una microbiota intestinal más rica a un riesgo más reducido de obesidad, ansiedad o depresión, pasando por un mejor descanso nocturno y una mejor estimulación sensorial.

Estos son algunos de los beneficios más destacados de jugar al aire libre, y que tienen respaldo científico.

7 ventajas de que los niños jueguen al aire libre

jugar al aire libre

  • Es clave para su desarrollo físico: En la etapa preescolar y primaria, jugar al aire libre les ayuda a mejorar la fuerza física, la resistencia o la función inmunitaria, así como a tener más posibilidades de practicar deporte en etapas vitales posteriores. Desarrollarán habilidades motrices más avanzadas que los niños que están en casa, como agilidad, coordinación y equilibrio. También fortalece los huesos y músculos.
  • Menos probabilidades de padecer enfermedades: Los pequeños que juegan al aire libre huyen del sedentarismo, queman más calorías y tienen menos probabilidades de padecer obesidad. Un estudio apunta a que existe una correlación directa entre el IMC de un niño y el tiempo que pasa realizando actividades al aire libre. Así, jugando al aire libre se puede prevenir problemas como asma, apnea del sueño, diabetes y enfermedades cardiovasculares. También mejora el sistema inmunitario y aumenta la diversidad microbiana, tal y como averiguó este experimento finlandés publicado en Science Advances.
  • Suficiente vitamina D: El juego al aire libre también puede ayudar a los niños a obtener las cantidades adecuadas de vitamina D, también conocida como la "vitamina del sol", esencial para tener huesos y dientes fuertes y sanos. Los bebés menores de 12 meses necesitan 400 UI de vitamina D al día. Los niños pequeños, los niños mayores y los adolescentes necesitan 600 UI de vitamina D diaria.
  • Un mejor desarrollo social: Jugar fuera ofrece una oportunidad estupenda para socializar y trabajar la empatía, la cooperación y la amistad. Los espacios exteriores reducen las probabilidades de intimidación o de excesiva competencia, haciendo que los más pequeños sean más proclives a comunicarse y a compartir sus sentimientos. Divertirse en la naturaleza les enseña a ser más conscientes de sí mismos, a cuidar el medio ambiente de adultos y a amar la naturaleza.
  • Más igualdad, respeto y creatividad: Los niños que juegan al aire libre con regularidad suelen ser más conscientes de sí mismos y de los sentimientos de los demás, siendo menos propensos a convertirse en acosadores más adelante. Jugar al aire libre también les ayuda a desarrollar el trabajo en equipo, la imaginación, la cooperación y la escucha.
  • Uso de los cinco sentidos: Jugar al aire libre abarca la estimulación sensorial completa, mientras que estar frente a una televisión o una tablet solamente requiere la vista y el oído. Estar en el exterior permite procesar y responder mejor a los estímulos sensoriales, coquetear con una gama más amplia de sensaciones y desarrollar un mayor sentido de libertad, experimentación e independencia. En lugar de la gratificación instantánea, desarrollan la resiliencia y también aprender a conocer cuáles son sus motivaciones internas.
  • Contribuye al desarrollo cerebral: Jugar sin estructura al aire libre contribuye a la resolución de problemas, a trabajar el pensamiento lateral, lógico y abstracto, a adquirir habilidades interpersonales, tener acceso a otros materiales de aprendizaje y explorar nuevos intereses, como todos los relacionados con animales, plantas y naturaleza.

Juegos al aire libre ideales para niños

movimiento libre

Existe una amplia gama de juegos al aire libre -además del formato libre, dando rienda suelta a su creatividad- que los niños pueden practicar en el exterior. Este es un pequeño listado que te puede servir como guía.
  • Cavar
  • Saltar a la comba
  • Correr y hacer carreras
  • Trepar a los árboles
  • Bailar
  • Jugar al escondite
  • Jugar a la goma
  • Practicar deportes de equipo como hockey, fútbol, baloncesto, bádminton o voléibol
  • Pillapilla
  • Montar en bicicleta
  • Patinar
  • Disfrutar de los columpios
  • Senderismo
  • Jugar con cometas
  • Tirolina
  • Balón prisionero
  • Búsqueda del tesoro
  • Carrera de sacos
  • Gallinita ciega
  • Escondite inglés
  • Carrera a la pata coja
  • Pompas de jabón
  • Cocinitas
  • Circuito de gincana
  • Palas
  • Bolos
  • Identificación de especies animales y vegetales
Estos son solo algunos ejemplos de juegos al aire libre, pero hay muchos más: desde practicar a escala real el parchís o el ajedrez a las competiciones de saltos, juegos tradicionales como la petanca o el duro, teatro y expresión corporal al aire libre, carreras de hojas por río, composición escultórica con arena y mucho más. Como dijo Gary Snyder, "la naturaleza no es un lugar para visitar. Es el hogar".

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