Con la llegada de la primavera, los días se extienden, cada vez más cálidos y luminosos, y vuelve uno de los planes por excelencia para disfrutar en familia, conectar con la naturaleza y evadirse del ruido cotidiano.
Seguramente tus hijos sueñen todo el año con regresar al mar, hacer castillos en la arena o jugar a saltar las olas, y por eso, hoy traemos un post con todas las cosas imprescindibles para llevar a la playa con niños.
Nuestro consejo es coger papel y boli y hacer una lista el día anterior: tachando cada objeto te asegurarás de tener el pack completo de cosas para un día perfecto en la playa, desde el aspecto sanitario al gastronómico, al deportivo o al lúdico.
7 cosas que debes llevar para un día de playa con niños
- Crema solar: No es casualidad que sea el primer objeto en la lista, ya que es imprescindible para proteger la piel, especialmente la de los más pequeños. Lo recomendable es que sea resistente al agua, con un factor de protección alto y aplicarla al menos media hora antes de llegar a la playa.
- Botiquín de primeros auxilios: Especialmente si en la playa a la que acudes no hay socorristas, no te olvides de preparar tu botiquín de plata con lo básico. Lucía Mi Pediatra aconseja no olvidarse del repelente de mosquitos, la biodramina, las cremas para picaduras, analgésicos y antiinflamatorios o antihistamínicos e inhalador para alérgicos y asmáticos.
- Agua y bebidas frescas: Hidratarse es especialmente importante durante los días de más calor del año, por lo que tener una cantimplora con agua fresca, infusiones frías o zumos naturales en una neverita ayudará a los niños a consumir todo el líquido necesario. Para reponer electrolitos, no te olvides de la fruta como complemento.
- Gorra y gafas de sol: La protección no se debe quedar en la crema solar, sino que proteger la cabeza y los ojos de tus hijos resulta esencial. Sobre todo durante las horas de máxima radiación -las del mediodía- es recomendable permanecer a la sombra, para minimizar el peligro de insolaciones y golpes de calor. Si quieres comer en la playa, llévate una sombrilla.
- Un menú rico y saludable: Planifica bien el menú si vais a disfrutar de una larga jornada en la playa. Puedes preparar tabulé, ensalada de pasta o de arroz, tortilla -bien cuajada si es un día calor, por el riesgo de intoxicaciones alimentarias del huevo-, un rico guacamole, macedonia de frutas, hummus casero, salpicón vegetal, bocadillos de olivada, y un largo etcétera. Puedes inspirarte con canales como el de Paulina Cocina o el de Platos Fáciles con Tamara.
- Complementos para hacer deporte: La playa es un lugar paradisíaco ideal para que los niños practiquen actividad física y reciban sus beneficios, desde una buena capacidad aeróbica a fortalecer sus huesos y músculos, tener un corazón sano o un mejor estado de ánimo. No te olvides de meter el neopreno, las aletas y gafas de bucear, las raquetas o palas, la pelota de fútbol, la red para jugar a bádminton o vóleibol, o incluso una cometa para volar.
- Juguetes de playa, las estrellas de la fiesta: Jugar en la playa es uno de los mejores recuerdos de la infancia, desde los imprescindibles como el cubo y la pala para hacer castillos en la arena a animales, anillos, cubos o arcoíris de silicona para construir un fantástico universo a su alrededor. Tampoco te olvides de la baraja de cartas, o de sus juegos favoritos, como el Virus, el Sushi Go o el Uno, ideales para un rato de descanso en la toalla.
Bucea en la sección de playa y piscina de nuestra web y encontrarás desde conjuntos de playa -compuestos por regadera, cubo, colador, pala y rastrillo- a diferentes gafas -con pestañas, dinosaurios, corazones o tiburones para dar un toque especial-, caretas de agua variadas o la amplia gama de juguetes de silicona.
Beneficios del mar en la salud de tus hijos
No nos despedimos sin mencionar antes los numerosos beneficios que estar cerca del mar tiene en la salud de tus hijos: en primer lugar, la actividad al aire libre y los espacios azules ayudan a liberar hormonas de la felicidad como las endorfinas, a prevenir problemas de ansiedad y depresión y a estrechar vínculos con la naturaleza.
Además, la playa pertenece a los espacios azules, ligados a una mayor calma, menor angustia y más creatividad -según un estudio del Global Healing Center- y contribuye a que tus hijos reciban la dosis diaria recomendada de vitamina D -los niños pequeños, los niños mayores y los adolescentes necesitan 600 UI de vitamina D por día-.
Por otro lado, la playa es un lugar excelente para la estimulación sensorial. Si lo piensas, impulsa a los niños a afinar los 5 sentidos al mismo tiempo, ya que tocan y prueban la arena, huelen el mar, prueban la sal, sienten el sol, escuchan las olas y en definitiva, convierten la visita a la playa en toda una experiencia de percepciones.
Además, el agua salada del mar -rica en zinc, yodo, potasio y oligoelementos- es ideal para cicatrizar heridas, eliminar toxinas y mejorar afecciones cutáneas como la psoriasis, los eczemas y otras enfermedades inflamatorias.
Respirar el aire del mar limpia las vías respiratorias del recién nacido, estimula el sistema inmunitario y garantiza una mejor oxigenación de la sangre. Bañarse en el mar mitiga el dolor, funciona como relajante muscular y aborda los problemas de insomnio, mejorando también la calidad del sueño. ¡Qué viva la playa!
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