Cada día reserva al menos un momento para bailar al son que marquen tus hijos
Álvaro Bilbao
Igual que de un tiempo a esta parte los rocódromos se han hecho cada vez más populares entre los adultos, hoy venimos a hablar de las virtudes de un maravilloso y polivalente juguete que se convertirá en el favorito de tu peque por las infinitas posibilidades que ofrece. Se trata del cubo de escalada, y enseguida nos enamoremos de su diseño, la libertad que permite y las posibilidades que brinda para que la imaginación eche a volar. Si todavía no lo conoces ni has escuchado hablar de él, empecemos por lo básico.
¿Qué es un cubo de escalada?
Los cubos de escalada son construcciones que fomentan la libertad de movimiento, el equilibrio y el desarrollo de las habilidades motrices. Se inspiran en la metodología Pikler de movimiento libre y son herramientas educativas que fomentan el desarrollo saludable, la destreza motora y las oportunidades de aprendizaje, ya que este juguete no solo incentiva la exploración sensorial o el movimiento físico, sino también el crecimiento social, intelectual y emocional de los bebés.
Además de en Emma Pikler, también se inspiran en María Montessori: su filosofía, aplicada a muebles y juguetes, persigue que los niños aprendan, se muevan libremente, exploren su entorno, estimulen su cerebro y potencien su imaginación. Se busca que el niño gane en independencia, comprenda y controle su cuerpo, se anticipe a sus movimientos y pueda interactuar de forma autónoma con otros.
Beneficios del cubo de escalada para niños
La escalada es una de las actividades más beneficiosas para el desarrollo infantil.
- Ejercicio físico y movimiento: permite a los bebés y niños explorar el movimiento libre, ganar fuerza física, adquirir masa muscular y ganar resistencia, agilidad, coordinación o equilibrio, manteniéndose activos mientras estimulan su curiosidad y sus sentidos.
- Beneficios cerebrales: escalar es una actividad única que involucra múltiples partes del cerebro y fomenta el desarrollo de habilidades como la conciencia espacial, la coordinación ojo-mano e incluso la memoria de trabajo.
- Desarrollo de las habilidades motoras gruesas y finas: el cubo de escalada es un juguete clave para la psicomotricidad. La gruesa alude a los movimientos que implican grandes grupos musculares -como escalar, saltar o correr-, mientras que la fina incluye los movimientos de dedos de pies y manos, lengua, labios o muñecas, por ejemplo, como agarrar un lápiz para dibujar o la capacidad de sostener objetos como una cuchara.
- Mejora de la percepción visual y la conciencia espacial -también llamada sentido vestibular- a medida que los niños aprenden dónde y cómo colocar los pies y las manos mientras enfrentan nuevos y diferentes desafíos de escalada. Por ello, es una actividad también excelente para mejorar la conciencia sensorial y el sentido de propiocepción, o la capacidad del cerebro de saber la posición exacta de las partes de nuestro cuerpo en cada momento.
- Resolución de problemas, mejora de la habilidad para tomar decisiones, concentración y una mejor memoria a corto y largo plazo: el cubo de escalada implica diferentes desafíos cognitivos y mentales que los peques tendrán que resolver.
- Habilidades sociales: interactuando con otros niños de su edad, perfeccionará sus mecanismos de regulación emocional y autocontrol, ganará en confianza y autoestima, será más independiente y autosuficiente, aprenderá a gestionar el malestar y el miedo, expresará sus emociones y tendrá un espacio ideal para desarrollar su imaginación y creatividad.
Además, es importante recalcar la gran polivalencia de este juguete, ya que el cubo de escalada puede convertirse en refugio, escondite, casita, supermercado, zona de relajación, montaña... Por tanto, también permite trabajar el juego simbólico.
El cubo de escalada que tenemos en Cucamenta mide 60 x 60 centímetros, es seguro y fácil de transportar, está elaborado con materiales naturales como contrachapado de abedul con pintura UV al agua no tóxica o yute y cumple conn todas las normativas europeas.
¿A partir de qué edad puede usarlo tu peque? A partir de los 12 meses podrá comenzar a explorar el mundo a través de este juguete tan completo y fascinante. Quien sabe, quizás incluso siembres la semilla para que se interese por la escalada y la exploración de las montañas en el futuro.
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