El mar es la encarnación de una existencia supernatural y maravillosa

Julio Verne

Si pudieses asociar el verano a un par de texturas, seguro que la arena sería una de ellas. Sinónimo de playa, de reposo, de salitre, de cangrejos y de conchas, de olas y resplandores marinos, de ensueño y de disfrute, la arena es un material natural que permite desarrollar la imaginación de los niños, tanto en los días estivales y costeros como en casa.

Hay numerosas manualidades con arena que tus hijos pueden hacer, en la propia playa pero también durante el otoño y el invierno. Pero primero, repasemos brevemente los beneficios de la arena.

Propiedades de la arena para la salud

  • Caminar sobre la arena fortalece los huesos y los músculos de los niños, a la vez que flexibiliza y mejora la salud de las articulaciones.
  • Mejora el sistema cardiovascular, ya que el contacto con la piel favrece el retorno venoso y la renovación del flujo sanguíneo
  • Estar al aire libre mejora la autoestima, la salud mental y el estado de ánimo. Además, la playa favorece la exposición saludable al sol y los niveles óptimos de vitamina D, cuya carencia está asociada a múltiples enfermedades.
  • Es un exfoliante natural que además, masajea pies y tobillos, facilita la eliminación de toxinas e impurezas
  • Facilita la estimulación sensorial, ya que el mar permite desarrollar el sentido del olfato, el sonido, la vista, el tacto y el gusto.

Manualidades con arena: de los castillos de siempre a las botellitas de regalo

La arena puede presumir de una versatilidad, flexibilidad y posibilidades prácticamente infinitas para dar rienda suelta a la creatividad, mejorar la coordinación ojo-mano y la motricidad fina, entrenar la vista, disfrutar del sonido del tacto y recuperar el contacto con la naturaleza.

Estas son solo algunas de las múltiples ideas que los niños pueden hacer con arena.

  • Castillos, esculturas y fosos: desde tiempos inmemoriales, con un cubo y una pala los más pequeños de la casa pueden hacer maravillas. Fuertes apaches, barcos piratas, fosos encantados, castillos con almenas o casitas de ensueño pueden aparecer en la orilla con el trabajo de las manos y de la imaginación.
  • Dibujar: hacer una competición de dibujo sobre la arena, "graffitis" gigantes, acertijos o pruebas de adivinación puede ser muy divertido. La jornada puede acabar buscando formas en las nubes, contemplando la fauna marina o aprendiendo más sobre las mareas.
  • Arena de colores: una manualidad ideal para pasar una tarde divertida en casa. Puedes utilizar un colador para tamizar la arena, pigmentos o tintes especiales y destinar la arena a cuadros y cartulinas. Dependiendo de la edad de los niños, estos pueden ser de animales, pirámides, flores u otros elementos de la naturaleza. En YouTube encontrarás múltiples ejemplos. También es posible utilizarla sobre las mesas o tabletas de luz.
  • Botella decorativa: en las redes sociales también encontrarás fuente de inspiración para reciclar botellas o botellitas de cristal rellenándolas de arena, trazando diferentes dibujos y dándoles una función decorativa. Los niños pueden componer desde vistosos arcoiris y formas geométricas hasta sencillos paisajes. Puedes bucear en los tableros de Pinterest.
  • Frascos para regalo: puedes hacer frasquitos de recuerdo de la playa rellenos de arena y piedrecitas, guijarros, algas o caracolas. Como envase, puedes aprovechar viejos botes de conserva vacíos.
  • Plastilina de arena: si buscas un modelado fácil, textura granulada y colores potentes y brillantes, puedes hacer plastilina de arena en casa con arena de la playa, sal, harina, cremor tártaro, aceite vegetal y agua hirviendo. En el blog de Decopeques te explican cómo prepararla paso a paso. ¡Todos a amasar!

Hay muchas más opciones a tu disposición: deja volar tu imaginación, recicla objetos, piensa en el mar y disfrutad todos juntos con la arena.

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