La tableta de luz es un recurso abierto a la imaginación, desarrolla la expresión plástica, el juego libre, la experimentación y la imaginación. Es un material muy útil a la hora de trabajar la estimulación sensorial, los contrastes, los juegos ópticos y los colores.
La luz multiplica las posibilidades de aprendizaje y creatividad, y en eso se basa la Pedagogía de Reggio Emilia.