Si se dice que la música amansa a las fieras, ¿qué no conseguirá una buena melodía con las criaturas más puras del mundo?
Determinados tipos de composiciones musicales son ideales para que los recién nacidos y niños más pequeños duerman mejor y más profundo, se relajen y puedan conciliar el sueño más rápido.
No obstante, olvídate del hit del verano y deja tu canción de rock favorita para cuando sea un poco mayor: no sirve cualquier sonido, sino que debes saber cómo elegir la mejor música para dormir a tu bebé.
Lo primero que debes saber es que tu bebé tiene mucho descanso por delante: según la Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos, los recién nacidos tienen que dormir de 14 a 17 horas al día, pudiendo llegar en ocasiones hasta 18 o 19 horas al día.
Sin embargo, no suelen dormir del tirón más de 6 horas seguidas hasta que sobrepasan el medio año de vida. Hasta que cumpla dos años, tu bebé precisará dormir al menos entre 11 y 14 horas diarias, incluyendo un par de siestas.
Y la música puede convertirse en tu gran aliada para calmar su llanto, mejorar la saturación de su oxígeno en sangre, reducir su frecuencia cardiaca e inducirle a un descanso reparador.
Además, un estudio de Johnson sobre la influencia que la música tiene en la rutina del sueño de un bebé afirma que el 80% de los recién nacidos que son expuestos a sonidos se duermen más rápidos que los que no escuchan. El poder del sonido sirve para reducir sus niveles de estrés y ansiedad, y evitar las alteraciones del sueño.
La musicoterapia es un instrumento realmente eficaz: un estudio publicado en la revista Pediatrics por el Beth Israel Medical Center de Nueva York, apunta a que en bebés prematuros, la música ayuda a estimular desarrollo neurológico, regular sus funciones fisiológicas, ayudar a la conducta alimentaria y el aumento de peso, y optimizar la calidad del sueño. ¿Por dónde puedes empezar?
Cómo elegir la música para dormir a un bebé
Aunque también sirven alternativas como el ruido blanco -que imita los sonidos que el bebé escucha en el vientre materno- o las bandas sonoras de la propia naturaleza, hoy nos centraremos en la música. Sigue los siguientes apuntes para seleccionar la mejor música para bebés en tu día a día.- Deben ser siempre piezas suaves y relajantes, con sonidos agradables y delicados. Las canciones más relajantes son aquellas monocordes, de frecuencia baja y con compases parecidos al latido del corazón,
- Rechaza la música estimulante, atonal, brusca o demasiado ruidosa, que, en contrapartida, podría alterar al bebé.
- La cadencia es fundamental: La repetición es importante, sin cambios en el tempo, en la secuencia ni el volumen. Preferiblemente, debe ser música sin letra.
- Hay dos fórmulas mágicas infalibles: las nanas y la música clásica. De hecho, se habla del efecto Mozart para designar el desarrollo cognitivo y emocional de ponerle a tu bebé las composiciones de este genio musical. Aquí tienes 4 horas de Mozart para dormir bebés. Curiosamente, la canción de cuna más famosa se trata de la Op. 49, nº4 de Johannes Brahms. También se recomiendan las sonatas de Debussy, por su sencillez y su color sonoro muy puro, que pone en primer plano a un instrumento.
- En el caso de las nanas, estas están compuestas de forma específica para tranquilizar, arrullar y relajar al bebé. Tienen un ritmo ternario, el cual define la sucesión de tres tiempos, el primero fuerte, y el segundo y el tercero débiles. Además, cantarle tú mismo/a una nana fortalece el vínculo afectivo con el bebé y le brinda confianza y seguridad.
- El resto del entorno también cuenta para que el bebé duerma: la habitación debe estar tranquila, limpia y ordenada, con una temperatura óptima -como promedio, se recomienda una temperatura ideal de 20-22 ºC-, ambiente silencioso y luz tenue.
- Normalmente, es suficiente con poner música a tu bebé unos 5 o 10 minutos. Para que se duerman antes, puedes tararear o cantar en bajito. Si tocas la guitarra o el piano, acordes repetitivos a bajo volumen también pueden ayudarlo a dormir.
- Apaga la reproducción antes de que tu hijo se quede dormido del todo. No uses la música siempre para dormir al bebé. Así, conseguirás que no dependa en exceso de ella, y evitarás que se convierta en una muleta imprescindible para dormir.
- Internet está lleno de fuentes gratuitas de música para bebés: desde YouTube a Spotify, puedes encontrar mucho material de calidad a golpe de clic. Como nota de interés, Weightless, del grupo británico Marconi Union está considerada como la canción más relajante del mundo.
Para finalizar, cabe destacar que entre otros beneficios de la música para los bebés, esta también potencia su desarrollo cognitivo, social y emocional, físico y de lenguaje.
La música no solo los tranquiliza y prepara para el descanso, sino que les induce a aprender vocabulario, a desarrollar habilidades motoras con el ritmo y el baile, a potenciar la memoria y la repetición, a estimular el aprendizaje multinivel y por supuesto, a agudizar su oído.
Quizás en un futuro no tan lejano quiera explorar la pasión por la música con sus primeros instrumentos musicales.
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