En las cosas más antiguas están los saberes más remotos, valiosos tesoros que han ayudado a la humanidad a llegar hasta aquí: desde la rueda hasta la imprenta, es genial que puedas hablarles a los niños de los inventos más curiosos e importantes que han marcado el rumbo de la historia. A través de cuentos, de películas o de recursos educativos en Internet también puedes hablarles de aquellas profesiones desaparecidas o en riesgo de extinción, desde los serenos a los afiladores.
Pero incluso, también hay oficios tradicionales que pueden convertirse en nuevas aficiones para tus hijos y ayudarles a aprender nuevas habilidades, a encontrar cauces alternativos para su imaginación, a trabajar su concentración y perseverancia o a tener contacto con otros materiales y técnicas artísticas.
Con relación a otros trabajos, los oficios tradicionales tienen características únicas y peculiares: normalmente, la persona que los ejerce domina el proceso completo de producción, tiene una capacidad de crear algo único y especial -que está hecho a mano, de forma artesanal-, y en contraste con la producción industrial, dos productos difícilmente pueden ser idénticos.
Cuatro oficios tradicionales que enseñar a tus hijos (y por dónde empezar)
Cerámica
(Del griego κεραμικός, keramikós), la cerámica es el arte de fabricar vasijas y otras piezas de arcilla, barro u otro material cerámico por acción del calor, cociéndolos a una temperatura superior a los 900 grados. Su historia se remonta miles de años atrás: existen ejemplos de cerámica prehistórica ya en el Neolítico.
Tener contacto con la cerámica en la infancia permite a los niños fomentar su creatividad -ya que es un material muy plástico y lleno de posibilidades-, trabajar la psicomotricidad fina y gruesa -y la coordinación ojo-mano-, fortalecer las manos, optimizar su equilibrio, calmar su ansiedad, relajarse y mejorar su autoestima. Todo ello mientras su imaginación echa a volar.
Para empezar a trabajar la cerámica, existen en el mercado muchos kits de cerámica y alfarería para niños -e incluso pequeños tornos adaptados a sus complexiones infantiles-. También puedes apuntarlos a clase, hacer con ellos un curso online con el material en casa o acudir a algún taller de iniciación que se celebre en tu ciudad.
Cestería
Este antiguo oficio es otra de las artes más antiguas de la humanidad, practicada a partir de tiras o fibras de origen vegetal -como juncos, papiros, algas, bambú o yute- o de origen animal -como alpaca, lana o cuero-. Se han datado registros de hace 10.000 o 12.000 años atrás.
Esta actividad de artesanía es muy reconfortante, conecta a los niños con el medio ambiente, la tradición y la naturaleza, mejora su salud mental y también les ayuda a trabajar numerosas habilidades cognitivas y motoras. También mejora el estado de ánimo y la confianza en uno mismo, como sucede cuando se trabaja con las manos.
Para empezar a practicar este hobby con tus hijos, en Internet puedes encontrar kits de cestería para niños -con los que podréis hacer desde cero pececitos, canastos o bolsos a partir de materiales como el mimbre-. También encontrarás vídeos y tutoriales en plataformas como YouTube, TikTok o Instagram. Incluso puedes comenzar haciendo cestería con periódicos.
Orfebrería y joyería
Los joyeros y orfebres son artesanos -y prácticamente alquimistas- que transforman la magia de los metales, de las gemas y de los materiales de la naturaleza en objetos únicos e irrepetibles, combinando nociones técnicas y de diseño con creatividad, delicadeza e imaginación.
Los niños pueden acudir a cursos y talleres de orfebrería y joyería, así como dedicar tiempo a la bisutería en casa. Con ella adquieren destreza manual y habilidades motoras finas, se relaja y ejercitan los músculos de dedos y manos, agudeza visual. Con ella también fomentarás la responsabilidad y el cuidado de pertenencias, la expresión de su creatividad e individualidad y podrán hacer regalos únicos a sus seres queridos.
En YouTube o Pinterest encontrarás mucha información para que los niños comiencen a hacer piezas sencillas como las pulseras infantiles. También puedes echarle un vistazo a los cursos online de plataformas como Domestika.
Carpintería y ebanistería
El oficio de labrar y trabajar la madera también encandila a niños y niñas, y hay muchos pasos que puedes dar para que den sus primeros pasitos con total seguridad.
Es otra de las actividades que contribuyen a la motricidad y a la concentración, a ejercitar el pensamiento matemático -se familizarizarán con nociones como tamaño, forma, volumen, geometría, medida o distancia- y la lógica espacial, a asumir responsabilidades y a trabajar su fuerza de voluntad.
Puedes comenzar por pequeños juguetes como la caja de herramientas de madera y pasar a kits de carpintería para proyectos -suelen ser para edades a partir de ocho años-, buscar cursos e incluso restaurar, barnizar o lijar muebles y piezas antiguas en compañía de tus hijos.
Además, hay muchas otras actividades que puedes hacer con tu hijo: la ornitología, secar hojas, coleccionar flores, tener vuestro propio huerto urbano, hacer pizza casera en un horno de leña, preparar pasteles o aprender nociones de mecánica son otros de los hobbies creativos que os permitirán conectar y pasar juntos ratos apasionantes.
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