Si eres padre o madre, o tal vez una madrina o padrino entusiasmado, o acabas de tener sobrinos, estás esperando la llega de un hijo, o sencillamente te pica la curiosidad, seguramente te hayas preguntado en alguna ocasión cuál es la edad a la que los bebés aprenden a andar. Junto a sus primeras palabras, este se trata de uno de los recuerdos más bonitos que tendrás de sus primeros meses de vida.
Los primeros pasos son un momento emocionante y memorable, y y un gran avance para el desarrollo físico, intelectual, social y emocional de tu bebé. Cada caso particular es diferente, pero aproximadamente, lo normal es que los bebés comiencen a gatear en el segundo semestre, se pongan de pie a partir de los 9 meses, y empiecen a caminar por sí mismos entre los 11 y los 13 meses, según WebMD.
Para conseguir este gran desafío corporal, desde una edad muy temprana fortalecen los músculos y desarrollan paulatinamente habilidades como el equilibrio, la coordinación, la bipedestación y el apoyo del peso de su cuerpo de una pierna a otra.
A partir de los 6 meses es muy probable que los pequeñajos ya empiece a sentarse solos. Eso sí, los expertos coinciden en que puede haber mucha variación entre el desarrollo de un niño y de otro. Si tu bebé tiene 18 meses o más y todavía no ha empezado a andar, puedes consultarlo con tu pediatra, especialmente si no muestra interés en jugar, no soporta peso en las piernas, no se da la vuelta en ninguna dirección o tampoco intenta hablar ni balbucear.
Signos de que tu bebé comenzará a andar pronto
Desde la Clínica Cleveland señalan cuáles son las señales de que a tu bebé le queda muy poco para empezar a andar. Fíjate en estos signos entre los 9 y los 12 meses, aunque en algunos casos se producen más tarde.- Se ponen de pie
- Se agarra a algo mientras camina.
- Es capaz de estar de pie, sin apoyo y de forma independiente
Este último paso es el gran hito que se produce justo antes de que los bebés empiecen a caminar sin ayuda.
Para fomentar la marcha en los bebés, puedes cogerla de la mano para ayudarle a dar sus primeros pasos, utiliza accesorios como un cubo de la ropa sucia puesto del revés y estimúlalos para que alcancen juguetes o comida gateando.
Juega cerca de ellos y haz el espacio más seguro y acolchado, evitando las esquinas puntiagudas y teniendo cuidado con espacios como las escaleras. Es importante imprimir seguridad a los niños y fomentar el movimiento. Para que desarrolle un mejor equilibrio y coordinación, es aconsejable que en casa camine descalzo.
Después de que tu bebé comience a caminar, podrás apreciar cómo sigue evolucionando.
A los 14 meses podrá ser capaz de ponerse en cuclillas y en algunos casos, de caminar hacia atrás. A los 15 meses puede que disfrute empujando juguetes y explorando nuevos movimientos. A los 18 meses o año y medio es común que tu hijo ya se quiera subir a los muebles y que también disfrute bailando al ritmo de la música.
Juguetes y objetos para ayudar a tu hijo a empezar a caminar
Las banquetas y sillas pequeñas, las mantas de actividades, los correpasillos, los arneses, los andadores y los carritos de bebé son algunos objetos y juguetes idóneos para contribuir a que tu bebé aprenda a caminar.
Desde el método Montessori subrayan la importancia de dar al bebé la posibilidad de moverse para que pueda desarrollar la capacidad de desplazarse sin impedimentos.
María Montessori cree que el movimiento está asociado con el desarrollo del cerebro, por lo que la libertad propicia que pueda gatear, sentarse solo, ponerse de pue y dar sus primeros pasitos.
La educadora también recomienda utilizar pelotas blandas para alcanzarlas boca abajo, no tener al bebé todo el tiempo en un parque, incentivar que tenga acceso a diversidad de texturas y materiales -algo que también resulta clave para su estimulación sensorial-, y que tenga también libertad de movimiento en la cuna.
Desde Cucamenta te recomendamos este caminador multiactividad, un bonito carrito de empuje que está especialmente concebido para aprender a andar y pensado para la edad a partir de 12 meses. Cuenta con un freno invisible y desmontable para bloquear las ruedas y liberarlas gradualmente con el fin de controlar la velocidad, y además sus actividades como ábaco, engranajes, laberinto, espejo, tambor o xilófono le ayudan a trabajar su sensibilidad musical, oído y destrezas como la motricidad fina.
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