¿Sabías que el 4 de enero se celebra el Día Mundial del Braille? Puede que no te suene porque se trata de una fecha muy reciente: tiene lugar desde el pasado 2019.
El principal propósito de esta fecha conmemorativa es crear conciencia sobre la importancia de este sistema como medio de comunicación para la realización plena de los derechos humanos de las personas ciegas y con deficiencia visual.
La ONU reconoció la fecha en una reunión del comité de Naciones Unidas organizada el 17 de diciembre de 2018. ¿Y por qué el 4 de enero es el Día Mundial del Braille? No se ha marcado esta fecha en el calendario al azar, sino que es el nacimiento de su inventor, Louis Braille, un francés que vino al mundo en 1809 y que ideó este famoso e internacional sistema de puntos en relieve.
El origen del braille
Su creador estudió en el Instituto Nacional de Jóvenes Ciegos de París, en una época en la que los libros todavía hacían con letra de imprenta en relieve, lo que resultaba laborioso en su manufactura y también complejo y tedioso para leer y de escribir.
En el instituto, Louis Braille tenía hambre por devorar más libros y acceder a ellos, por lo que comenzó a experimentar con códigos y abecedarios más sencillos para leer con la yema de los dedos. A los 15 años inventó un sistema basado en el código táctil llamado Ecriture Nocturne, inventado por Charles Barbier para enviar mensajes militares que pudieran leerse en el campo de batalla por la noche y sin nada de luz.
En España, la ONCE trabaja para que cada vez más personas conozcan y disfruten de este código de lectoescritura desde ángulos como el educativo, el cultural o el lúdico, consiguiendo una mayor inserción en sanidad, bibliotecas, productos de supermercado, ascensores o universidades públicas.
Cabe destacar que el braille no es un idioma, sino un código que permite tanto leer como escribir decenas de idiomas. Dicho de otro modo, miles de personas lo utilizan en su lengua materna, por lo que puede considerarse un medio de alfabetización.
Las personas ciegas o con dificultades de visión usan sus dedos para leer estos puntos en relieve, mientras que las personas sin discapacidad visual que lo conocen suelen leerlo con los ojos.
Seguramente te suene su aspecto: los símbolos del braille se forman dentro de unidades de espacio conocidas como celdas braille.
Tal y como explican desde la American Foundation for the Blind, una celda braille completa consta de seis puntos en relieve dispuestos en dos filas paralelas de tres puntos cada una. Las posiciones de los puntos se identifican con números del uno al seis.
Hay 64 combinaciones utilizando uno o más de estos seis puntos. Una sola celda puede utilizarse para representar una letra del alfabeto, un número, un signo de puntuación o incluso una palabra entera.
El sistema estándar utilizado para reproducir la mayoría de los libros de texto y publicaciones se conoce como braille contraído, el cual requiere muchos menos espacios. En la mayoría de las personas, lo normal es aprender primero el básico y luego el contraído.
Además, existen diferencias importantes entre el braille contraído en inglés y en español. Para escribir en braille, hay varias formas: puede emplearse pizarra y punzón o máquina de escribir braille, que consta de 6 teclas principales -numeradas para corresponderse con los 6 puntos de una celda-, una barra espaciadora, un interlineado y un retroceso.
¿Qué hay de los juguetes? Los niños con baja visión, problemas visuales o ceguera también necesitan contar con juegos educativos especializados que los ayuden a familiarizarse con este valioso sistema de lectoescritura desde la edad más temprana.
En Cucamenta te proponemos dos opciones de juegos adecuados para el aprendizaje de niños con dificultad visual. Ambos son alternativas recomendadas a partir de los 3 o 4 años de edad. Se recomienda no solo para familias, sino para favorecer la inclusión y la diversidad en guarderías, colegios, centros socioculturales o espacios de ocio infantil.
Los mejores juguetes para niños con discapacidad visual o problemas de visión
Descubre estos juguetes didácticos para que los niños con problemas visuales puedan aprender de una forma lúdica tanto las letras como los números.- Alfabeto Braille doble cara: Si quieres que tu pequeño aprenda el abecederio braille, este juguete de madera cuenta con 26 piezas de doble cara, incluyendo la mayúscula y la minúscula, idóneos para un aprendizaje cómodo, entretenido e intuitivo. Cada pieza tiene un símbolo braille con el que se representa cada letra del alfabeto, lo que sirve como introducción al conocimiento del código. Además, al estar grabadas, el niño también podrá practicar la escritura.
- Números Braille del 1 al 10: Este juego educativo consta de 10 piezas de madera de caucho -natural y sin químicos- que pueden usarse a doble cara, ya que, por un lado, tiene los números representados en braille, y por el otro las hojas para contar. El relieve permite percibir cada número de forma agradable, propiciando la estimulación sensorial y aprendiendo no solo a contar, sino también los colores.
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